La ansiedad ante los exámenes es un comportamiento muy frecuente, sobretodo en la población escolar que afronta una presión social muy centrada en la obtención de un gran éxito académico. En este caso, es una reacción de tipo emocional de carácter negativo.
La ansiedad es un emoción natural en todos los humanos, es adaptativa ya que nos avisa de posibles amenazas. En niveles moderados la ansiedad nos puede ayudar a incrementar nuestro rendimiento y nuestra motivación, pero a veces si es muy intensa se puede vivir como algo desagradable y nos puede jugar una mala pasada. Podemos percibir incluso como nos cuesta tomar el control de nuestra actividad normal.
¿Por qué se produce?
– Una mala experiencia anterior. Un bloqueo anterior o no acordarse de información que se creía que se sabía puede llevar a pensar que puede volver a suceder en los siguientes exámenes.
– Haber visto o oído que les sucede la experiencia anterior a personas significativas del entorno.
– El creer y pensar que la preparación para el examen no ha sido la suficiente también puede provocar una situación de ansiedad.
– La ansiedad también puede venir provocada por las consecuencias que se derivan de una mala calificación.
– La ansiedad junto con algunos de los hábitos que adoptan algunos estudiantes en época de exámenes (elevado consumo de café, pocas horas de descanso, consumo de tabaco, consumo de bebidas energéticas) puede provocar una sensación mayor de pérdida de autocontrol de sus síntomas y conductas.
¿Cuáles son las manifestaciones de la ansiedad?
Las manifestaciones de la ansiedad pueden ser a tres niveles: fisiológica, psicológica y motora
Manifestaciones fisiológicas:
– dificultad para respirar y como consecuencia sensación de ahogo
– palpitaciones
– sudoración o manos frías
– sequedad de boca
– nauseas
– mareos
– sofocos o escalofríos
– micción frecuente
– sensación de tener un nudo en la garganta
Manifestaciones psicológicas:
– Preocupación excesiva basada en pensamientos e imágenes negativas de la situación.
– Percepción de la situación como incontrolable.
– Evaluación negativas de los estímulos que lo rodean.
– Temor.
– Dificultad para decidir.
– Pensamientos negativos sobre uno mismo, baja autoestima.
– Preocupación por que se den cuenta de las propias dificultades.
– Dificultades para pensar, concentrarse, estudiar…
Manifestaciones motoras:
– Temblor de la voz, tartamudeo, quedarse en blanco…
– Tics.
– Temblores.
– Evitación de situaciones temidas.
– Comer, beber o fumar en exceso.
– Intranquilidad motora (movimientos repetitivos, rascarse, tocarse…)
– Lloros sin causa aparente.
– Quedarse paralizado.
¿Qué hacer ante los exámenes?
Para afrontar con éxito un examen hay que trabajar estas áreas:
– Hábitos de vida saludables, sobretodo en época de exámenes: ejercicio físico, horarios de comidas y de descanso regulares
– Poseer una técnica eficaz de organización y estudio.
– Tener la motivación necesaria.
– Realizar una preparación mental a través de técnicas de respiración y relajación.
Adriana Fusté. Psicóloga
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